martes, 5 de abril de 2011

Encontraron el avion Air France accidentado en el 2009


PARIS.- Un tren de aterrizaje semienterrado en la arena, la masa compacta de dos turbinas, fragmentos de alas y un trozo de fuselaje que todavía cobija los cuerpos de algunos de los 228 pasajeros del Airbus de Air France que se estrelló en alta mar hace 22 meses.
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Esas fotos en blanco y negro, tomadas a 3900 metros de profundidad en el océano Atlántico el domingo pasado, son las primeras imágenes de ese drama que, hasta ahora, ha quedado sin explicación.

"En la parte que fue encontrada quedan cuerpos", declaró la ministra francesa de Ecología y Transporte, Nathalie Kosciusko-Morizet, y afirmó que había "posibilidad de identificaciones. No estalló todo. Hay una parte de la cabina, y en esa parte hay cuerpos", agregó.

Ubicados el domingo por la noche (hora francesa) por los sonares de unos pequeños submarinos autónomos denominados Remus, los restos del avión que cubría el trayecto Rio-París están esparcidos en una superficie de 600 metros de largo por 200 de ancho, en un sector poco accidentado. Tras haber orientado la búsqueda más hacia el Noroeste, los equipos localizaron el aparato cerca de su última posición conocida.

La posición general de los restos corrobora el diagnóstico inicial de los expertos franceses, según el cual el aparato habría golpeado el mar en línea de vuelo, a gran velocidad, con la cabina de pilotaje levemente hacia arriba en relación con la cola.

La teoría de una caída "en picada" parece haber quedado, de este modo, definitivamente descartada. "El impacto del avión con la superficie del agua se habría producido cuatro minutos después de la última emisión de datos del aparato", dijo el especialista aeronáutico, Michel Polacco.

Los responsables de la Oficina francesa de Investigaciones y Análisis (BEA), que lanzaron hace diez días la cuarta fase de la búsqueda, tienen ahora esperanzas de hallar las cajas negras, ubicadas en la cola del avión, dada la concentración de restos en una zona relativamente reducida.

"Nuestra prioridad es recuperar las cajas negras y analizarlas", insistió Jean-Yves Troadec, director de la BEA. Es posible que no hayan resistido a casi dos años de permanencia en el agua. En función de esos resultados, otras piezas, como los motores o las poderosas calculadoras instaladas a bordo, también podrían ser sacadas a la superficie. El objetivo principal es descubrir la causa de la catástrofe, cuyo origen parece ser el mal funcionamiento de las sondas Pitot, que permiten medir la velocidad del avión en vuelo.

"Los restos del fuselaje y de las alas permitirán conocer las causas. Cualquiera sea la profundidad a la que se encuentren, ahora es posible rescatarlos", declaró Polacco.

"Lo más importante es que ahora existe la certeza de que el accidente se produjo por defecto de las sondas Pitot", dijo Sylvain Maier, uno de los abogados de las familias de las víctimas. Maier, sin embargo, no proporcionó precisiones al respecto.

Las operaciones de recuperación comenzarán en cuatro semanas con un navío mucho más grande que los utilizados hasta ahora, equipados de robots con cámaras de alta definición y potentes brazos articulados.

Esos trabajos permitirán sacar a la superficie los restos del aparato y también los cuerpos que aún permanecen atrapados en el fuselaje. Los investigadores precisan, sin embargo, que, por el momento, es imposible afirmar que todos podrán ser identificados. Con ese objetivo, la BEA lanzó ayer una licitación a fin de escoger el buque que tendrá a su cargo recuperar el aparato.

El vuelo AF447 llevaba a bordo 228 pasajeros de 32 nacionalidades. Entre ellos estaba Clara Mar Amado, una joven azafata franco-argentina de origen cordobés. Además, viajaba el argentino Pablo Gabriel Dreyfus, de 39 años, un reconocido experto en desarme y lucha contra el crimen organizado, hijo del publicista Gabriel Dreyfus. Pablo Dreyfus viajaba a París de vacaciones con su esposa, la brasileña Ana Carolina Rodrigues, de 28 años.

Las cuatro fases de búsqueda emprendidas para hallar los restos desde el día del accidente, el 1° de junio de 2009, costaron hasta el momento 21,5 millones de euros. La próxima etapa debería costar entre cinco y seis millones de euros suplementarios.

Para Robert Soulas, vicepresidente de la asociación de víctimas de la catástrofe, el hallazgo es una excelente noticia. "Recompensa nuestra tenacidad" para conocer "la verdad sobre la catástrofe", dijo. También se congratuló la asociación de víctimas creada en Brasil, que agrupa a más de 100 familias de 12 nacionalidades.

Dudas sobre el rescate

Aunque se trata del aspecto más macabro del drama, los comentarios de las familias y de sus abogados se centran en el rescate de los cadáveres. No todos están de acuerdo con esa perspectiva, por temor a que resulte "traumático" para las familias.

Los especialistas consideran posible rescatar objetos personales o vestimentas que, contrariamente a los cuerpos, hayan resistido mejor a la acción corrosiva del agua de mar. Esos elementos podrían ayudar a una eventual identificación.

"Parece difícil que puedan haber quedado cuerpos sujetos a las butacas por los cinturones de seguridad", conjeturó el experto Polacco.

A fines de marzo, las compañías Airbus y Air France fueron encausadas por la justicia francesa en el marco de la investigación. Ambas son consideradas responsables del funcionamiento defectuoso de las famosas sondas Pitot, señalado desde que se produjo el drama. Pero la BEA estima que ese problema no alcanza para explicar la catástrofe.

Todos están de acuerdo en que las cajas negras serían el elemento clave para descubrir lo que realmente pasó en aquella aciaga noche del 1° de junio de 2009, cuando el vuelo AF447 de Air France desapareció de los radares con 228 personas a bordo.

Hallan cuerpos en los restos del avión francés: cayó entero al mar
05/04/11 Encontraron la cabina del Air France accidentado en 2009 en buen estado, a 4.000 metros bajo el océano. Allí estaban los cadáveres, que por su estado pueden ser identificados. Esto desmiente la hipótesis de que estalló en el aire.



El avión de Air France 447, que desapareció sobre el Océano Atlántico entre Río de Janeiro y París el 1 de junio del 2009, no estalló en vuelo sino al chocar contra el agua.
Se ha encontrado parte de su cabina con cuerpos adentro, con posibilidades de ser identificados, a 4.000 metros de profundidad, según las autoridades francesas, que hablaron con los investigadores en el barco oceanográfico que los buscaba. No descartan que las famosas cajas negras puedan ser localizadas en los próximos días .
La ministra de Transporte, Nathalie Kosciusco Morizet anunció que la operación para rescatar los cuerpos y el fuselaje encontrado se realizará “entre tres semanas y un mes”, después que concluya una licitación para elegir la empresa a cargo de la operación.
“Un llamado a licitación fue lanzado (para las operaciones de rescate de restos y de cuerpos). Deben responder antes del 7 de abril. La fase de levantamiento del avión podrá ser lanzada de aquí a tres semanas o un mes, al igual que el levantamiento de cuerpos”, explicó la ministra francesa.
Por la mañana, Kosciusco Morizen dijo en la radio francesa que “una gran parte del avión se había localizado porque no todo el avión había estallado. Hay una parte de la cabina y en esa parte hay cuerpos, con posibilidades de ser identificados”.
Cuando las autoridades brasileñas descubrieron el ala del avión en el océano dos años atrás, encontraron 50 cuerpos. Viajaban 228 pasajeros de 30 nacionalidades diferentes y todos murieron en el accidente, cuyas causas hasta ahora se desconocen. De ellos, 72 eran franceses y 53 brasileños. Había un argentino (ver aparte).
La asociación brasileña de víctimas, que preside Nelson Marinho, y reúne a 100 familiares de doce nacionalidades, sostuvo que tienen la esperanza de que puedan rescatar los cuerpos. “Podremos finalmente enterralos”, dijo.
Pero los franceses de la asociación “Entraide y Solidarite AF447” no tienen el mismo entusiasmo. Ellos esperan que el levantamiento de los cuerpos “no sea traumatizante para las familias. El problema de los cuerpos es un poco espinoso. Impone problemas de identificación. No sabemos cómo es su estado”, señaló Robert Soulas, presidente de esa asociación.
Los mini submarinos Remus, que efectúan su investigación en el fondo del Atlántico desde el pasado 25 de marzo, fotografiaron todo lo encontrado en un rectángulo de 500 por 300 metros en un lugar que no fue identificado exactamente, por cuestiones de seguridad. Air France mostró las fotografías del hallazgo. Se ven las turbinas, partes de las alas y el fuselaje bajo el agua.
Solo el hallazgo de las cajas negras, que graban las conversaciones de los pilotos y los parámetros de vuelo, pueden revelar las causas del accidente. Hasta ahora su búsqueda ha sido infructuosa pero esta expedición cree que puede encontrarlas.
La misión está formada por un buque oceanográfico y dos mini submarinos Remus y costará al gobierno francés entre 5 y 6 millones de dólares. Se han invertido 21 millones en la búsqueda desde la caída del avión.
Según una fuente de la investigación, los restos del avión se encontraron “en la proximidad de la última posición”, en un perímetro reducido de un centenar de metros, al oeste de esta posición”, sin precisar las coordenadas.
“El hecho de que los restos estén concentrados en un perímetro reducido reafirma la hipótesis de que el avión no se desarmó en vuelo. El aparato estaba entero en el momento del impacto sobre el mar”, explicó la fuente.
Al estudiar donde rompió, la deformación de las piezas permitirá determinar si el avión cayó de frente, de costado. Eso podrá dar indicaciones de la velocidad del choque”.
El presidente de Airbus, Tom Enders, fue claro: “Nosotros esperamos firmemente que el descubrimiento de la cabina permitirá localizar las dos cajas negras, que son esenciales para la comprensión de este terrible drama”.
Hasta ahora se sospechaba de las sondas de Pitot, fabricadas por la empresa francesa Thales, como parte de la causa del accidente. Pero BEA, el organismo de investigaciones y análisis, dijo que esa disfunción no podría ser la única causa de la caída del avión de Airbus. Desde las 3.30 de la madrugada, hora en la que el piloto habló por última vez con Brasil, hasta las 4.15, hora en que llegó al puesto de control la última comunicación automática, el avión emitió varios avisos que indicaban una contradicción en la velocidad medida por las sondas.
FUENTE: www.elclarin.com

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